Björk, Vulnicura Tour - Auditorio Nacional (29/03/17)



Definitivamente escribir esto ha sido difícil porque hay muchas emociones y no sé por dónde empezar. 
El día que tanto había esperado en la vida se hizo realidad. El día que esperé desde los 11 años para ver a Björk con mis propios ojos. 
Lo más cercano que había disfrutado fue cuando proyectaron Biophilia Live en Cinépolis en el 2014 y también viendo videos en YouTube. Se convirtió en mi mayor sueño cuando era niño y después de años, se cumplió de una forma inesperada. 

Era Enero del 2017 cuando Ocesa lanzó el cartel oficial ¡Björk en CDMX por primera vez! 
Recuerdo que ese día no estaba en el mundo virtual y una amiga me mandó mensaje diciéndome "te vas a cagaaaaaar" y enseguida el cartel. Obviamente me quedé más que en shock porque no lo podía creer, tal vez me leeré exagerado pero comencé a llorar de la emoción. Simplemente era mi momento. 
Después no disfruté tanto el proceso al ver precios, fecha de preventa y esas cosas que suele hacer Ocesa que a nadie le gustan jajaja...
Afortunadamente alcancé boleto en balcón, gracias a mi mamá y a uno de sus amigos que sabe ponerse trucha en cosas de Ticketmaster. Imagino que era como estar en los juegos del hambre, pero todo salió bien. ¿Saben? Es bonito cuando personas alternas te ayudan en lo que pueden para verte feliz. 

No tuve que esperar tanto tiempo pero los nervios y las ansias estaban presentes todos los días en mí. 
Conforme pasaban los días salían más suposiciones de lo que iba a pasar en el show, incluso Björk decía en entrevistas que iba a ser como una obra trágica o algo así. Con eso era suficiente para saber que sería strings y aunque yo amo su música con beats y tal cual es, obvio me emocionaba mucho la idea pues Vulnicura marcó mi vida y siento que en ese tiempo no había mejor cosa que escucharlo de una manera más profunda y con los nuevos arreglos de cuerdas. 

El día llegó, era miércoles y desde que desperté para ir a la escuela no podía con la emoción. Tanto era así, que fui de las primeras personas en entrar al auditorio a sentarme y esperar. 


Tampoco podían faltar los anuncios de Björk, esos que dicen que no puedes tomar fotos durante el show. Los nervios aumentaban, las personas llegaban y se acomodaban en sus asientos. También el calor aumentaba, era muy emocionante y a la vez parecía película de suspenso.
Las luces se apagaron, llegó la orquesta mexicana de Odilón Chávez y enseguida apareció Björk con un vestido hermoso diseñado por Stephane Rolland, acompañado de una máscara fluorescente de orquídea fantasma diseñada por el increíble James T. Merry. 
Los aplausos atrasaron la entrada de Björk, fue un momento increíble que jamás olvidaré. 
Todo inició con Stonemilker, que para mí, es un hermoso tormento y en cualquiera de sus versiones sabe cómo destruirte por dentro. 
En realidad, la primera parte del show fue muy intensa y mi favorita. Especialmente por Family y Black Lake, ahí entendí lo que era una tragedia real. Ahí pude notar a una Björk muy vulnerable, aún con la herida abierta después de su ruptura. Pero a la vez, también noté una fuerza increíble en su voz.
Creo que todas las personas que estábamos ahí, lloramos más de un vez. Pero como todo, ese momento tan perfecto acabó para iniciar con otro. 
Las luces aparecieron otra vez, todos nos volteamos a ver y nos quedamos así de wtf, ¿qué cosa tan puta perfecta acabo de apreciar?
Obviamente ya sabíamos que era un interval, pero lo sentimos eterno. En cierto punto, ya estaba siendo desesperante porque no sabíamos qué más nos esperaba. 
Y de nuevo, apareció Björk con otro vestido bonito que parecía de hielo diseñado por Marlou Breuls y otra máscara similar a una corona (debo confesar que no fue mi favorita). Pero siempre mágica.


Y así fue como dio inicio a otro momento hermoso, especial e inolvidable. Recordando su etapa de hielo, nos deleitó con Aurora y sus nuevos arreglos increíbles. Pasando por la enigmática I've Seen It All nos transportó al live de Vespertine, sin duda alguna. 
Con Jóga y Bachelorette todos empezamos a aplaudir cañón pues nos hizo recordar a esa guerrera que no se rinde y lucha por amor como lo hizo en Homogenic.
A pesar de que Homogenic también es un álbum con cuerdas y beats, los nuevos arreglos quedaron hermosos y con un feeling muy Vulnicura, o sea, más nostálgicos. Justamente eso es de las cosas que más caracterizan a Björk, que siempre está dispuesta a recordar sus canciones pasadas en las nuevas eras y conceptos. 
Creo que nadie esperaba Vertebrae by Vertebrae pero sucedió y quiero aclarar que fue de mis momentos favoritos, simplemente escalofriante y dark. Fue como estar en el infierno más hermoso que existe. 
Siguiendo con una Björk visceral, no podía dejar pasar Mouth Mantra porque es de mis favoritas y aunque mi versión favorita es la del álbum, supo cómo destrozar nuestros cerebros con puras cuerdas. 
Para cerrar el show, The Anchor Song y Pluto prácticamente me dejaron atónito (sobre todo Pluto) porque pasó lo mismo con Mouth Mantra, con beats son canciones muy cabronas pero Björk se superó a sí misma con las nuevas versiones. 
Todos nos quedamos con ganas de más, pero sin duda siempre recordaremos este día como algo indescriptible. 
Ese día fue una prueba de que los sueños sí se hacen realidad.

Cuando dicen que Björk es muy cerrada con sus fans obvio no lo creo. En el Auditorio Nacional demostró demasiada intimidad, vulnerabilidad, amor y magia. 
Y en cada show da lo mejor de sí misma. ¿Qué más podemos pedir? 














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